El valor de la palabra

La importancia que tiene el cumplir la palabra que le damos a otras personas y a nosotros mismos influye directamente en nuestra autoestima y en nuestra forma de vivir.

Cuando nos comprometemos a realizar una tarea en particular o cuando decimos que vamos a llegar a un horario determinado, lo que estamos haciendo es poniendo nuestra identidad pública (la forma en la que los demás nos ven) en juego. El mundo (amigos, familiares, compañeros, superiores, etc.) nos observa de una manera determinada y en base a esa mirada se forma una identidad de nosotros. Esa identidad es la base para que ellos decidan hacer algo con nosotros o no, para tener algún tipo de relación o vínculo con nuestra persona, o decidan alejarse.

Esta identidad publica funciona como fundamento del porque el mundo nos observa de determinada manera y no de otra distinta. Un ejemplo sería el de una persona que siempre llega tarde al trabajo. Esa persona va creando una identidad de impuntual, irresponsable o descomprometido según la visión de sus compañeros de trabajo y de su jefe. Al contrario en el mismo lugar de trabajo se encuentra un compañero que todos los días llega cinco minutos antes de la hora de entrada, la identidad que esa persona creo para con sus compañeros y superiores podría ser de alguien puntual, responsable y comprometido con el trabajo.

Siguiendo con el ejemplo, ante una posibilidad de ascenso, ante las mismas capacidades técnicas de estos dos personajes, ¿usted a quien le daría ese ascenso?

Esa es la implicancia e importancia que tenemos que tener en cuenta cuando vayamos a cumplir o no con un compromiso que hayamos asumido. El valor de la palabra es algo que nadie nos puede arrebatar o modificar, solo nosotros mismos.

Si soy una persona que constantemente falto a los compromisos que asumí y a las promesas que realice, podre  empezar a entender porque no estoy logrando lo que quiero lograr en lo profesional, en mis relaciones y en lo personal. No es casualidad que paulatinamente se cierren las puertas de las oportunidades, que cada vez me cueste más lograr mis objetivos y alcanzar mis sueños. Al tener una identidad publica poco confiable, lo que se espera de mi será poco confiable. 

 ¿Ahora que me pasa a mi internamente cuando se que falte a mi palabra?  Aquí empieza a forjarse la Identidad Privada.

 Esta identidad es lo que yo veo de mi mismo, el cómo me observo consciente e inconscientemente. 

Mas allá de las explicaciones y excusas que pueda darle al mundo sobre el porque falte a mi palabra, interiormente en mi se irá modificando esa identidad privada. Se podrá ir desgastando, quebrando o llenando de excusas tranquilizadoras que no harán otra cosa que influir en mi autoestima.   ¿Y que me pasa cuando no cumplo lo que ME prometo, lo que ME digo que voy hacer o lo que ME comprometo conmigo mismo? 

Cuando me cumplo o no a mi mismo (Ejemplo: el lunes comienzo la dieta, le mes que viene dejo de fumar, voy a terminar el libro) automáticamente sigo creando la Identidad Privada. Es decir que voy creándome una identidad de mi mismo. Todos sabemos cuáles son nuestras fortalezas y nuestras debilidades, más allá de pretender ocultarlas o disfrazarlas. Y esa identidad privada es una de las bases para la alimentación de nuestra Autoestima. Esa autoestima no será potenciadora de acciones, no servirá como base para lograr resultados si cada vez que no cumplo con mi palabra se irá desinflando y envenenado de dudas y excusas.

Si me reconozco y me reconocen como alguien que capaz de cumplir con lo que digo que voy a cumplir, el potencial de relaciones, de oportunidades y de posibilidades es realmente infinito.

Federico Venencia

Master Coach Internacional

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Sin duda alguna los seres humanos somos seres emocionales que pensamos (a diferencia de lo que se postulaba hace no muchos años atrás), actuamos entonces a partir de nuestras emociones y/o buscamos sentir otras diferentes.

Primero coordinemos que se entiende por emoción: Etimológicamente el término emoción viene del latín emotĭo, que significa “movimiento o impulso”, “aquello que te mueve hacia”. Esto es que la emoción es un impulso interno que nos lleva a accionar de una forma determinada en una situación específica.

Para empezar a identificar tus emociones tenes que practicar el percibir que es lo que estas sintiendo ante un estímulo en particular. En este momento que estás leyendo este articulo ¿Qué estas sintiendo? ¿Qué emociones pasan por tu cuerpo?, cuando estás trabajando, ¿que sentís?. Cuando estas con tus seres queridos, ¿qué emociones pasan por tu cuerpo? Respondiéndote a estas preguntas podes iniciar el descubrimiento de que estas sintiendo. Es muy común confundir lo que siento con lo que pienso y de esta manera creer que lo que yo estoy imaginando o pensando es lo que estoy sintiendo.

Sentir y pensar son dos cosas diferentes (puedo pensar en un asado, pero lo que siento es el placer de comerlo).

Entonces aclarando que emoción es sentir (no pensar) podemos empezar a preguntarnos cómo se forman estas emociones. ¿Por qué ante una película de terror algunas personas sienten miedo y otras no? ¿Ante una situación dramática alguien llora y otro no? Esto se debe a que cada uno de nosotros interpretamos los hechos de manera diferente, y es esa interpretación de lo acontecido lo que servirá como base para que se dispare una emoción determinada, que encauzara una acción en particular (risa, agitación, llanto, etc).

Cuando empiezas a practicar estos dos puntos iniciales (la emoción no es lo que pienso si no lo que siento y que mi interpretación será la causal de determinada emoción) podrás con seguridad empezar a entenderte de manera diferente y también a los demás, respetarlos y respetarte y mejorar tu calidad de vida.

Nadie tiene las emociones que tiene porque sí.

Justamente puedes tú mismo/a con las herramientas que te brinda la Inteligencia Emocional, utilizar tus emociones de manera efectiva para cumplir tus objetivos!!!

Federico Venencia
Máster Coach Internacional

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Cuando hablamos de vida nos referimos al alimento, protección, adaptabilidad y progreso. Todo eso es vivir para nuestro cerebro reptiliano y hará lo necesario para que la existencia no tome riesgos. Este cerebro reptiliano no contempla las emociones de incomodidad o angustia como algo negativo y modificable, sino que por el contrario lee los bioquímicos que producen esas emociones como óptimos para sostener los programas de supervivencia grabados.
Desde nuestra más tierna vida intrauterina nos estamos programando con ciertos bioquímicos que van a ser los que nuestro cerebro reptiliano va a pujar por conservar. La gestación es el estado celular en el que vamos recibiendo el alimento que nos hará crecer hasta alcanzar el progreso necesario que nos permita salir a la vida. Es durante ese tiempo que experimentamos la abundancia de la vida, la perfección, el equilibrio entre alimento, protección, adaptabilidad y progreso.
Todo lo percibido por mamá en ese estado de gestación será grabado como vida. Es decir que si mamá sufrió una pérdida de un ser querido, tuvo problemas de salud, se preocupó por la economía del hogar, se peleó con la familia, se siente abandonada etc….el feto cargará esas emociones como vida y cuando llegue a su estado de adultez (o mucho antes) siempre estará replicando esas emociones que le dieron la vida. El vínculo con la economía será un aspecto más para recrear las emociones de fábrica. Es muy común lograr estados de felicidad que duren muy poco tiempo y sostener, con o sin motivos concretos, estados de estrés que nos llevan a la depresión, el enojo o la tristeza.
Por ejemplo conseguir un trabajo deseado y al poco tiempo entrar en la incomodidad por los compañeros de trabajo o la presión del jefe.
Muchas veces reconocemos el autoboicot pero por más que le pongamos atención terminamos cediendo al programa de supervivencia y volvemos a entrar en la rueda de hámster de correr sin avanzar, tal como lo marca el automático del cerebro reptiliano que va a usar todas las creencias limitantes grabadas en el cuerpo mental para cumplir objetivamente con su función: preservar la existencia.
Salir de la rueda de hámster es un registro celular que debemos crear, incorporar y alimentar desafiando nuestra propia naturaleza. La biodecodificación es en este sentido la herramienta de traducción del lenguaje biológico que nos tiene corriendo en la rueda. Con técnicas de programación neurolingüística, meditación creativa, hipnosis, regresión, psicomagia etc. los programas se van hackeando igual que sucede con las computadoras, que dicho sea de paso funcionan igual que nuestro cerebro.
En cada célula llevamos las memorias de toda la humanidad; las vivencias de todo nuestro árbol ancestral y las propias. Tomando las riendas de nuestra vida podemos organizar los registros que ya no queremos usar como supervivencia y archivarlos para dar el ok a nuevas creencias, programas y emociones que nos permitan vivir felices, exitosos y en armonía. Cambiar nuestro paradigma de existencia es un desafío para valientes cuyo registro de alimento, protección, adaptabilidad y progreso sea más ambicioso y acorde a los tiempos que corren.

Analia Rubiño
Decodificadora Biológica Transgeneracional
Terapeuta Holística

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La importancia que tiene el cumplir la palabra que le damos a otras personas y a nosotros mismos influye directamente en nuestra autoestima y en nuestra forma de vivir.

Cuando nos comprometemos a realizar una tarea en particular o cuando decimos que vamos a llegar a un horario determinado, lo que estamos haciendo es poniendo nuestra identidad pública (la forma en la que los demás nos ven) en juego. El mundo (amigos, familiares, compañeros, superiores, etc.) nos observa de una manera determinada y en base a esa mirada se forma una identidad de nosotros. Esa identidad es la base para que ellos decidan hacer algo con nosotros o no, para tener algún tipo de relación o vínculo con nuestra persona, o decidan alejarse.

Esta identidad publica funciona como fundamento del porque el mundo nos observa de determinada manera y no de otra distinta. Un ejemplo sería el de una persona que siempre llega tarde al trabajo. Esa persona va creando una identidad de impuntual, irresponsable o descomprometido según la visión de sus compañeros de trabajo y de su jefe. Al contrario en el mismo lugar de trabajo se encuentra un compañero que todos los días llega cinco minutos antes de la hora de entrada, la identidad que esa persona creo para con sus compañeros y superiores podría ser de alguien puntual, responsable y comprometido con el trabajo.
Siguiendo con el ejemplo, ante una posibilidad de ascenso, ante las mismas capacidades técnicas de estos dos personajes, ¿usted a quien le daría ese ascenso?

Esa es la implicancia e importancia que tenemos que tener en cuenta cuando vayamos a cumplir o no con un compromiso que hayamos asumido. El valor de la palabra es algo que nadie nos puede arrebatar o modificar, solo nosotros mismos.
Si soy una persona que constantemente falto a los compromisos que asumí y a las promesas que realice, podre empezar a entender porque no estoy logrando lo que quiero lograr en lo profesional, en mis relaciones y en lo personal. No es casualidad que paulatinamente se cierren las puertas de las oportunidades, que cada vez me cueste más lograr mis objetivos y alcanzar mis sueños. Al tener una identidad publica poco confiable, lo que se espera de mi será poco confiable.
¿Ahora que me pasa a mi internamente cuando se que falte a mi palabra? Aquí empieza a forjarse la Identidad Privada.
Esta identidad es lo que yo veo de mi mismo, el cómo me observo consciente e inconscientemente.
Mas allá de las explicaciones y excusas que pueda darle al mundo sobre el porqué falte a mi palabra, interiormente en mi se irá modificando esa identidad privada. Se podrá ir desgastando, quebrando o llenando de excusas tranquilizadoras que no harán otra cosa que influir en mi autoestima. ¿Y que me pasa cuando no cumplo lo que ME prometo, lo que ME digo que voy hacer o lo que ME comprometo conmigo mismo?

Cuando me cumplo o no a mi mismo (Ejemplo: el lunes comienzo la dieta, le mes que viene dejo de fumar, voy a terminar el libro) automáticamente sigo creando la Identidad Privada. Es decir que voy creándome una identidad de mi mismo. Todos “conocemos” nuestras fortalezas y nuestras debilidades, más allá de pretender ocultarlas o disfrazarlas.
Y esa identidad privada es una de las bases para la alimentación de nuestra Autoestima. Esa autoestima no será potenciadora de acciones, no servirá como base para lograr resultados si cada vez que no cumplo con mi palabra se irá desinflando y envenenado de dudas y excusas.

Si me reconozco y me reconocen como alguien que capaz de cumplir con lo que digo que voy a cumplir, el potencial de relaciones, de oportunidades y de posibilidades es realmente infinito.

Federico Venencia
Máster Coach Internacional

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La Programación Neurolingüística nos ofrece un conjunto de herramientas que permiten conseguir cambios en diferentes áreas del desarrollo personal y lograr obtener así, una mejor calidad de vida.

A través de nuestros sentidos percibimos el mundo y luego codificamos en nuestro cerebro esa información recibida, tal como la persona lo percibe.

La programación neurolingüística tiene su origen en Estados Unidos, California, en la Universidad de Santa Cruz, allá por los 70. Sus creadores, Richard Bandler (experto en informática y matemático) y John Grinder (profesor de lingüística), observaron a maestros psicoterapeutas como Fritz Perls (fundador de la psicología gestáltica), Virginia Satir (desarrolladora de la terapia familiar sistémica) y Milton Ericksson (experto en hipnoterapia clínica). Vieron en ellos habilidades comunicativas especiales que les permitían obtener excelentes resultados en la interacción con sus pacientes. Asimilando estas formas de hacer, fueron forjando el conjunto de herramientas que después llamarían programación neurolingüística.

Este nombre tiene que ver con el lenguaje del mundo de lo cibernético: plantea que los seres humanos organizamos -a través de nuestro sistema nervioso y neurológico- toda la información que tomamos del exterior por medio de nuestros sentidos. La codificamos en patrones y eso establece interiormente cómo nos sentimos y pensamos en algún momento, cómo nos predisponemos a un determinad contexto y, de acuerdo a este estado interno, cómo actuamos.
Podemos aprender a “manejar” nuestros estados internos al momento de actuar. Simplemente, interviniendo sobre la representación interna que tenemos sobre nosotros mismos o cambiando nuestra corporalidad, cambiamos nuestra predisposición anímica.
Nuestro cerebro es una máquina extraordinariamente potente, pero sucede que no aprendimos todavía a sacarle el mayor beneficio. Sabemos utilizarlo de determinada manera, algunos más, otros no han aprendido todavía. La programación neurolingüística nos ofrece la posibilidad de aprender a usar, en nuestro beneficio, esa máquina genial, que es nuestro cerebro.

Vamos a realizar un pequeño ejercicio:

Pensemos en un momento muy agradable que hayamos vivido. Puede ser una fiesta donde disfrutamos con amigos, una noche romántica, en la que nos sentimos muy especiales, unas vacaciones en las que visitamos esos lugares que siempre quisimos conocer.
Elegimos el que queramos, cerramos los ojos, y traemos ese momento a la memoria, volvemos a revivirlo intensamente, entrando a la escena que imaginamos: que vemos, que escuchamos, que olemos, que sentimos; tómense el tiempo y traigan al presente toda la experiencia.
¿La revivimos poderosamente?, ¿cómo nos sentimos? Es muy probable que haya cambiado nuestro estado interno, que ahora nos sintamos más contentos, más alegres. Si así lograron sentirse, es porque le dieron a su cerebro los instrumentos necesarios para que generara esas emociones agradables. De esta manera, lograron cambiar su estado interno utilizando la memoria y la imaginación.

Este ejercicio es una forma de ver cómo podemos ser capaces de cambiar nuestros estados internos cuando lo queramos. Sería un ejemplo muy básico de en qué consiste una Técnica de PNL, aunque por supuesto las técnicas reales son más elaboradas y complejas y provocan cambios más potentes en nuestro estado.
Esta programación nos brinda mayores recursos internos para desarrollar capacidades que mejoren nuestras relaciones interpersonales, nuestro trabajo en organizaciones, en el ámbito de la salud y en cualquier ámbito donde la persona quiera mejorar su comunicación y cambiar formas de hacer las cosas, logrando lo que se propone.

Para aprovechar al máximo la práctica de la pnl debemos aprender a salir del lugar “yo soy así o siempre lo hago de esta manera”, salir de esa zona de confort y abrirnos a nuevas formas, ser más flexibles.
Lograr esta flexibilidad de la que hablamos, nos sitúa en un cambio de actitud. Si tu actitud no respalda los cambios que quieres lograr, entonces es hora de que vayas pensando en cambiar esa actitud.

Si nos pasamos la vida pensando en lo que ya no queremos ser, lo mucho que odiamos nuestro trabajo, lo difícil que resulta lograr algo, y todo lo negativo de nuestra vida, solo nos conectaremos con situaciones de frustración y malestar, porque le estamos dando más importancia a aquellos aspectos que no construyen nada, que nos tiran para atrás.
Mientras que si podemos cambiar de actitud, movernos para conectarnos con situaciones positivas que nos sitúen mentalmente en todo los resultados que podemos alcanzar, en todo eso que queremos para nosotros, como por ejemplo, tener mi casa nueva, lograr ese puesto que tanto esperaba, mejorar la relación con mis hijos y mi pareja y todo aquello que nos lleve a crecer y superarnos, empezaremos a ser capaces de aprender a diseñar nuevos caminos que nos abran posibilidades, permitiéndonos aprender a abrir las puertas a todo aquello que deseamos.

Todo cambio siempre depende de ti. Salir de ese lugar incómodo y frustrante en el que estas, solo depende de tu cambio de actitud, de tu flexibilidad, de tu apertura. No hay tiempo para excusas baratas, cuando lo que está en juego es tu propia capacidad para poder lograr aquello que quieres, lo que deseas, tu más anhelado sueño, tu mayor objetivo, tu felicidad. ¡Ese es el desafío!

“La vida puede ser aquello que te pasa o aquello que tú decides que te pase”

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Hoy quiero hablarte del poder que tienen tus emociones en los resultados que obtienes en tu vida. Dado que somos seres emocionales, tu forma de observar el mundo dependerá en gran parte de cómo estas emocionalmente en ese momento determinado.
Es decir que no son las cosas, las personas o las situaciones las que se modifican mayoritariamente, sino tu interpretación de ellas. Y esa interpretación está íntimamente relacionada a la emoción que estas teniendo al momento de observar. El observador que estas siendo se va modificando en función de la emoción que sientes en ese momento.

Las emociones a diferencia de los estados de ánimo se disparan instantáneamente por tus interpretaciones del mundo que te rodea, pero lo que me gustaría que te quede en claro, es que TU tienes la capacidad de aprender a utilizar TUS emociones de una manera efectiva y útil para tu vida.

Lo que no te recomiendo para nada es reprimir lo que te está pasando, porque si te pasa es importante para ti.
El secreto está en saber utilizar eso que te pasa en beneficio propio y para tu bienestar.
El convertir tus propias emociones en tus enemigas limitantes o elementos de sufrimiento no tiene ningún sentido de ser. Pero como sabemos no siempre hacemos lo que tiene sentido.

Las emociones son energías que si no las utilizas efectivamente y las reprimís o las exteriorizas ineficientemente, está comprobado científicamente que se canalizan en alguna parte de tu cuerpo y desemboca en consecuencias fico-psiquicas.
Enojarse con la persona correcta, por la causa exacta, en el momento adecuado, con la intensidad justa y decirlo de la manera más efectiva es de sabios!!! No es fácil, pero se puede aprender.

Las Emociones son la base Fundamental para lograr las cosas que quieras en tu vida, ya que lo que haces o dejar de hacer devienen de esas emociones…

Recuerda que no podemos elegir que emoción sentir, pero si podes decidir qué hacer con ella!

Federico Venencia
Máster Coach Internacional

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¿Por qué sufrimos ante determinados acontecimientos de nuestra vida? Sencillamente porque no sabemos manejar nuestras emociones.

El primer paso para lograrlo es distinguir la diferencia entre SUFRIMIENTO y DOLOR.

El dolor es en acto biológico del cuerpo humano. Es decir, es algo que no podemos controlar. Al martillarme el dedo siento dolor, al golpearme la cabeza siento dolor, cuando me ponen una inyección siento dolor. Todos estos actos son consecuencias de nuestro cuerpo, son la forma que tiene él mismo de decirnos que algo físicamente nos ocurrió.

Éste tipo de dolor podemos sosegarlo con medicamentos, ir al médico o esperar que se calme con el tiempo, es decir, que podemos hacer algo para que biológicamente el dolor se vaya apaciguando.

Ahora, ¿qué pasa cuando sufrimos? ¿Qué es el sufrimiento?

El sufrimiento es un fenómeno interno y lingüístico. Es decir que se crea, se alimenta y desaparece desde lo lingüístico. Desde el “cuento” que nos contamos a nosotros mismos.

Cuando alguien me dice algo que me duele (no te quiero más, sos un inútil, nunca vas a lograr nada en tu vida, etc.) desde ese momento internamente empiezo a sufrir. Cuando no logro alcanzar un sueño o un objetivo, empiezo a sufrir. Y ese sufrimiento se transforma en desmotivación, resentimiento, odio, impotencia, dejadez, maltrato, culpa, tristeza. Es decir ,que me invaden sensaciones que no me hacen feliz. Empiezo a bajar la calidad de mi propia vida.

Pero, ¿por qué sufro? Sufro por como interpreto la situación por la que acabo de pasar o estoy transitando. Si alguien me dice que soy un inútil y creo lo que esa persona me dice, voy a empezar a contarme internamente una historia sobre lo inútil que soy. Voy a empezar a crearme una identidad privada que se basara en lo inútil que soy y además me servirá de excusa para cuando no pueda lograr algo que es importante para mí. Ya que “soy” un inútil posiblemente ni siquiera lo intente, porque me conté una historia de que no podre lograrlo.

Si un amigo no vino a casa cuando lo invite, podrá ser también una posibilidad de empezar a crearme ese sufrimiento: voy a pensar que no vino porque ya no le caigo bien, o porque se aburre con mi amistad, o porque solo me usó cuando yo le servía para algo. Cuentos y más cuentos que nos contamos, sin ningún tipo de sustento y que sólo nos sirve para sentirnos mal y SUFRIR.

Interpretar las cosas de un modo o de otro es lo que nos crea ese sufrimiento, que en ocasiones puede durar hasta años. Esa pelea con un ser querido que surgió por una interpretación que yo hice de lo que paso. ¿Le pregunte a la otra persona por qué me dijo lo que me dijo? ¿Por qué me lo dijo de esa manera? ¿Por qué no cumplió esto, o si me hizo aquello? Seguramente no, sólo lo interpretamos, y es ese el disparador para el nacimiento de nuestro sufrimiento.

¿Qué puedo hacer para dejar de sufrir?

Fundamentalmente, dejar de contarnos ese “cuento” que tan mal nos hace. Buscar una interpretación de los hechos que nos sirva para sentirnos mejor, pensar que lo que yo creo puede no ser verdad, que puede haber ocurrido otra cosa diferente a como yo veo “la realidad”. ¿Qué pasa si ese amigo que no vino a casa solamente no vino porque estaba enfermo, o cansado? Pasa que sufrí innecesariamente. El cuento que me conté sólo me sirvió para que emociones frustrantes incidan en mi calidad de vida.

El no preguntar, chequear, conversar con la otra persona va a llevarme a interpretar de formas que el sufrimiento me convierta en víctima.

Entonces si desde mi interpretación de los hechos voy forjando y alimentando los distintos sufrimientos que tengo, 0¿qué me impide interpretar las cosas de otra manera, contarme otro cuento para así poder disolver el sufrimiento y vivir una vida más plena?

Federico Venencia
Máster Coach Internacional

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Si te propongo que te sientes a reflexionar un momento sobre las preocupaciones que tenes en tu vida, sobre las cosas que te aquejan y no te dejan descansar, ¿qué resultados obtendrías?

Una gran parte de nuestra energía se consume en los diferentes tipos de problemas que tenemos en varios ámbitos de nuestra vida y en no saber cómo resolverlos. Pero lo grave es cuando asimilamos de forma innata en nuestro vivir que “vivir con problemas es natural”. Lo natural es vivir de la mejor manera que encontremos con nuestras herramientas y saber que ese bienestar no tiene por qué tener un techo, ya que como siempre postulamos desde el Coaching el techo lo ponemos nosotros mismos.

Una herramienta muy poderosa es saber identificar esos problemas que nos agobian y saber qué hacer con ellos (en el caso que podamos hacer algo). Veamos:
Lo inicial es darnos cuenta que ese problema que tenemos es un problema porque nosotros lo interpretamos de esa manera. Por ejemplo que mi hermano no encuentre trabajo no es un problema en sí mismo, yo lo transformo en un problema para mí porque así lo interpreto. ¿Qué pasaría si ante la misma situación yo interpreto que es una oportunidad para que él mismo se dedique a vender esas artesanías que construye en madera? Ya no sería un problema para mí, sino una situación que presenta una oportunidad.

Ese es el primer paso que quiero brindarte como herramienta para mejorar tu calidad de vida: “las circunstancias y los hechos no son el problema en sí, el problema es lo que yo interpreto de ellos”.

¿Por qué no haces una pequeña lista de las cosas que en este momento te están preocupando? Podría sorprenderte que la forma en que estas observando el mundo sea una pieza clave para destrabar esos conflictos y alivianar tu mochila imaginaria de problemas.

Un segundo paso es identificar lo que Stephen Covey denomina los círculos de influencia y de preocupación. Cuando tengas ese listado en tus manos discrimina conscientemente cuáles de esos problemas dependen de ti solucionarlos y cuáles no. Si me preocupa el clima de violencia en Medio Oriente debo razonar ¿Depende de mí solucionarlo? ¿Tengo la posibilidad y las herramientas para hacerlo? Si me preocupara que mi mama fume dos paquetes de cigarros por día razonar: ¿Depende de mí solucionarlo? ¿Tengo la posibilidad y las herramientas para hacerlo? De esta forma y con estas preguntas o algunas similares que quieras hacerte, veras como dentro de tu lista hay situaciones en las que no tenes ningún tipo de implicancia ni posibilidad de solucionarlas. Entonces una pregunta poderosa sería: ¿Si no puedo hacer nada, cuál es el sentido de preocuparme? ¿Qué beneficios obtengo?
De esta manera podemos empezar a ver que nuestra lista de preocupaciones son tantas como nosotros queremos que lo sean, y que la podemos reducir notablemente a una lista de cosas de las que podamos dejar de preocuparnos y centrar nuestra energía en ocuparnos de las que sí dependan de nosotros.
La diferencia radica en:

Preocupaciones = No podemos hace nada / Ocupaciones = La solución depende de mis actos.

¿Qué tipo de vida querés vivir?

Federico Venencia
Máster Coach Internacional

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Seguimos conversando sobre el probado método de los Ocho Pasos para lograr tus Objetivos.

Hoy quiero regalarte un nuevo paso.

PASO 2: QUE DEPENDA DE TI

Como todo segundo paso es tan importante como el primero, por eso quiero regalártelo.

QUE DEPENDA DE TI

Te sorprendería cómo me sorprendió a mí, escuchar a la cantidad de personas en estos nueve años que trabajo con el método de los 8 Pasos, que buscan objetivos sin darse cuenta que no dependen de ellos ni en ejecución ni en concreción!!

Quiero darte algunos ejemplos

  • Que mis hijos sean felices!

Con todo el dolor del mundo tengo que decirte y abrirte los ojos de que la felicidad de tus hijos no depende de vos!! No hay nada que te pueda asegurar o garantizar que ellos van a ser felices como vos quieras que ellos sean…

Tú puedes brindarles herramientas y crearles el contexto para que ellos logren la felicidad, pero no puedas hacer más que eso, ya que no será tu vida y las decisiones las tomarán tus hijos. Ellos también son los van a perseguir una cosa o la otra para lograr mayor felicidad, más allá de lo que tú ya hayas hecho o no.

  • Quiero que mi pareja me ame

Tú puedes hacer absolutamente todas las acciones que creas necesarias para conseguir que tu pareja sienta amor por ti, pero eso no te asegura que suceda.

¿Porque? Porque las acciones que tu hagas son tuyas, pero lo que el otro sienta o decida (si bien será influenciado por tu hacer) es independiente de ti y son sentimientos de otra persona.

Entonces en resumidas cuentas para este segundo paso es fundamental entender Qué no puedes buscar conseguir o lograr objetivos que no dependen ni en ejecución de concreción que vos.

Pregunta para que reflexiones:

¿Cuántas veces en tu vida te hacer cargo de los objetivos de otras personas?

Federico Venencia
Máster Coach Internacional

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Hoy Quiero compartir contigo el primero de los Ocho Pasos para lograr tus Objetivos.

PASO 1: SER CONCRETO

Te asombrarías al escuchar, cómo me sorprendo a través de los 9 años de experiencia en las formaciones y talleres que dictó, el gran porcentaje de personas que no tienen en claro cuál es objetivo que persiguen.

A leer esto podrías pensar ¡Como no tienen en claro su objetivo!, seguramente tú crees, piensas o sientes que SI tienes en claro cuál es TU objetivo.

Podría apostarte a que no eres concreto realmente ¡Y que esa es la primera falla para poder empezar a alcanzar lo que quieres alcanzar en tu vida!

Quiero darte ejemplos reales que me dijeron mis alumnos:

  • Coach yo quiero ser feliz!
  • Federico mi objetivo es bajar de peso!
  • Mi objetivo es tener mucho más dinero!

A simple vista son objetivos que a la escucha de cualquier persona pueden ser claros y concretos.

Hoy quiero demostrarte que este PASO 1 (dentro de las 8 Pasos para Lograr tus Objetivos) es fundamental para llegar a donde quieres llegar.

Usando los ejemplos anteriores, podría preguntarte:

  • Coach yo quiero ser feliz! – Cuáles serán tus parámetros para darte cuenta si lo lograste?
  • Federico mi objetivo es bajar de peso! – Si bajaras entonces 20 gr. Ya cumplirías tu objetivo?
  • Mi objetivo es tener más dinero! – Toma un dólar, ya tienes más dinero. Cumpliste tu objetivo?

De esta manera quiero mostrarte la importancia que tiene el ser concreto en la planificación y en la elaboración de tu objetivo.

Esto se debe a dos factores fundamentales:

El primero a lo emocional. Qué diferente (y te invito a que lo hagas mientras leas) es cuando tu simplemente dices “quiero tener más dinero” a que digas “Quiero tener $ 200.000 en mi cuenta bancaria”. Qué emoción diferente se dispara al decir “quiero bajar de peso” a decir Mi objetivo es pesar 80 kilos”.

Las emociones son la energía fundamental para que nosotros como seres humanos accionemos. Ya que tus acciones te llevarán a alcanzar esos objetivos tan deseados.

El Segundo factor es lo mental. Si vas al aeropuerto y no sabes a dónde quieres llegar con claridad, ¿cómo sabrás qué avión tomar?

“Quiero irme de vacaciones” no alcanza para hacer un objetivo concreto.

“Mi objetivo es irme de vacaciones a Madrid” “irme a Perú” “irme de vacaciones a Argentina”.

Declarar el objetivo concretamente es muy importante, ya que está comprobado científicamente que el cerebro necesita recibir una orden clara y concreta para todo nuestro cuerpo, raciocinio y pensamiento se unifiquen en la concreción de dicha orden.

Funciona como una Notebook, tienes que utilizar los mecanismos exactos para que haga lo que le estoy ordenando. Una maquina por sí sola no va a funcionar, y tu mente actúa de la misma manera.

“Mi objetivo es pesar 80 kg, mi objetivo es tener $500.000 en mi caja fuerte, Mi objetivo es invitar a cenar a Juana, Mi objetivo es recibirme de doctor”, etc.

Les dejo estas reflexiones para que las utilicen:

  • ¿El objetivo que estas persiguiendo hoy en tu vida es concreto?
  • ¿Es un objetivo o es solamente un sueño?

Federico Venencia
Máster Coach Internacional

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